…y podría pensarse que estamos refiriéndonos a estilos musicales, pero en realidad lo que representan esos términos son estilos de jugadores, desde lo que podríamos medir como «compromiso» respecto del juego que estén utilizando. Una muy buena nota en Level Up me puso a pensar un poco en este asunto.
Y es interesante porque siempre había pensado en esta terminología desde la visión del juego, pero forma parte del usuario también…y se hace aún más complejo si pensamos en lo que actualmente se observa en general en la fragmentación de los comportamientos de la gente en su día a día, dependiendo de su entorno y actividad que desarrolle. Básicamente, la fragmentación y las multiples «facetas» de una persona pueden ejemplificarse con la diversidad de roles que ésta tiene en sus diferentes ámbitos de vida diaria: puede ser padre, compañero de oficina, el «gracioso» dentro del grupo de amigos…. y en cada una de estas situaciones, actúa con determinadas particularidades.
Sin querer ahondar en exceso en el concepto, creo que es bastante entendible y visible en la actualidad, lo interesante es poder transportarlo al gaming. Acá lo podemos ver según, quizá, el tipo de juego y el interés que genera en el receptor.
Así, la persona puede ser un entusiasta de los juegos de estrategia clásicos, digamos, Civilization, que representaría lo más Hardcore del género, pero para otro estilo de juegos, como los de ingenio/puzzle, se conforma con un In company of myself, jugandolo en Kongregate.com unos pocos minutos.
In company of Myself, de 2DArray.
Pueden darse casos en los que haya gusto por ambos tipos, de hecho, a uno podría interesarle tanto el genero de carreras que juega desde el Freeway Fury (recomendadísimo, por cierto), hasta un GT 5.
Más interesante aún, es cómo los casual games funcionan también como puerta de acceso a casual gamers en general, sea por falta de interés o desconocimiento, de la categoría o el gaming en general, para ir de a poco connociendo más y adentrándose en el género. Arrancando desde el mencionado In company of Myself, el estilo intimista de una historia personal con dosis de tragedia pequeña podría hacernos llegar a Braid, obra clave de este subgénero.
Braid, de Jonathan Blow, un éxito del indie gaming que llegó al mainstream.
Nuevas formas de facilitar el acceso y el «upgrade» de los recién llegados para empezar a percibir la enorme riqueza que tiene el gaming para ofrecer, prácticamente para el estilo que se nos ocurra.
Círculo virtuoso del gaming, podemos decir, para mantener el espíritu «teórico» del post 🙂